The Chilean student movement that began in early 2011 poses a significant challenge to Chilean neoliberalism and is beginning to reconfigure left politics within the country. Specifically, the movement's demands for free education and public control of strategic domestic industries strikes at the heart of neoliberalism in Chile. In addition, in emphasizing the importance of participatory democracy and mass participation, the movement goes beyond the boundaries of the established left and is now struggling to create a new left capable of furthering its political goals. This emerging left roughly fits within the politics of autonomism. In doing so, it displays a break from the experiences of twentieth-century left politics and is consistent with other recent movements in Latin America. However, the student movement in Chile risks co-optation by the established political class. In addition, the autonomous left remains small and lacks a coherent alternative to neoliberalism with broad appeal. Therefore, the victory of Michelle Bachelet and the Nueva Mayoria in the 2013 elections is unlikely to result in substantial changes to neoliberalism in Chile. El movimiento estudiantil chileno, que comenzo a principios de 2011, representa un desafio importante para el neoliberalismo chileno y esta empezando a reconfigurar la politica de izquierda en el pais. En concreto, las demandas del movimiento para la educacion gratuita y el control publico de las industrias nacionales estrategicas toca el corazon del neoliberalismo en Chile. Ademas, en destacar la importancia de la democracia participativa y la participacion de las masas, el movimiento va mas alla de los limites de la izquierda establecida y ahora esta luchando para crear una nueva izquierda capaz de promover sus objetivos politicos. Esta izquierda emergente se encaja mas o menos dentro de la politica del autonomismo. Al hacerlo, muestra un quiebre con las experiencias de la politica de izquierda del siglo XX, y es consistente con otros movimientos recientes en America Latina. Sin embargo, el movimiento estudiantil en Chile corre el riesgo de cooptacion por la clase politica establecida. Ademas, la izquierda autonoma sigue siendo pequena y carece de una alternativa coherente al neoliberalismo que tenga amplia atraccion. Por lo tanto, es poco probable que la victoria de Michelle Bachelet y la Nueva Mayoria en las elecciones de 2013 resulte en cambios sustanciales al neoliberalismo en Chile.